Un agricultor de 64 años de Ovidiopol, región de Odessa, cultiva granadas, mandarinas, caquis y otras frutas amantes del calor en campo abierto.
Yuri Dubinchuk, propietario de la firma Azimina, es un verdadero destructor de mitos. Con su propio ejemplo, muestra que en las condiciones del sur de Ucrania es posible cosechar cultivos de frutas exóticas, y no es necesario tener un invernadero para esto. Las variedades zonales resisten el frío del invierno a 15-17 ° C. El jardinero cree que es un pensamiento estereotipado como "no vamos a crecer" lo que impide que los agricultores de Ucrania alcancen un nuevo nivel. "No podemos desarrollarnos como un país agrícola exclusivo mientras cultivamos cultivos tradicionales de maíz o papas", dice Yuri Dubinchuk.
El agricultor habla de su negocio como una actividad educativa basada en el negocio. No solo vende semillas y plántulas de plantas exóticas, sino que también da consejos sobre su cultivo, acercándose individualmente a los precios. Las semillas cuestan de 5 a 40 UAH, el precio de las plántulas comienza entre 150 y 350 UAH, pero también hay plantas caras para varios miles.
Yuri anuncia sus árboles frutales, presentando a la población su apariencia y condiciones de crecimiento. Entonces, los ucranianos tienen ideas bastante vagas sobre los caquis. No mucha gente sabe si es un árbol o un arbusto. Yuri Dubinchuk ayuda a los clientes a decidir la elección de las plántulas, dadas las condiciones climáticas del área en la que crecerán.